Platicamos con Alfredo Betancourt emprendedor y cofundador de TOHUE TOHUE; proyecto social que promueve no sólo el mezcal Guerrerense sino toda la esencia de la población que involucra tanto su cultura como su artesanía.

Para Alfredo impulsar el comercio justo con artesanos había sido siempre una cuestión en su vida pues su familia, originaria de la Costa Grande de Guerrero le inculcó el respeto y admiración por el trabajo artesanal de su Estado. Ya había trabajado antes con gente de Chilapa al ayudarles a distribuir y vender a mejor precio las máscaras típicas de sus danzas, sin embargo, no fue hasta que conoció a Stephen Rysak; ingeniero francés, que comenzaron TOHUE TOHUE que tiene como significado “vamos, a echarle ganas” en Náhuatl.

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Ambos, admirados por la cultura y tradiciones de los pueblos guerrerenses e inspirados por la pasión y deseos de superación de los artesanos y mezcaleros iniciaron el proyecto hace tres años con muy poca gente, hoy en día trabajan con 12 familias, donde una parte de los hombres realizan este mezcal orgánico hecho de maguey silvestre llamado Cruepata, del municipio de Eduardo Neri, el cual, toma de 12 a 20 años en madurar, otros tallan mascaras de maderas utilizadas en las danzas tradicionales de la región, mientras que las mujeres, por su parte, ayudan a pintarlas y crean libros miniaturas de palma reciclada. Estos elementos dan vida a las botellas de TOHUE TOHUE que representan al Tecuani; “el que come Gente” en Náhuatl, nombre que le dan al jaguar.

Así mismo, se producen botellas de edición especial que son disfrazadas de los Tecuanes, sello distintivo de la marca.

TOHUE TOHUE ha ganado distintos premios y es clasificado dentro del top cinco de los treinta y tres mejores mezcales del mundo, recientemente recibieron el premio “Envase Estelar 2018” y “Excelencia de Categoría 2018” por la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje.

“Al final nosotros más allá de un reconocimiento buscamos no fallarle a las familias con las que trabajamos, generar más empleos en las comunidades de Eduardo Neri, Olinalá y Chilapa es lo más importante”, platica Alfredo.

Ahora, han iniciado una marca de ron llamada Tliwaka; lugar de lo obscuro o de los brujos en Náhuatl, la cual, está trabajada por artesanos de La Huasteca Hidalguense.

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